Millones de personas pasan
horas en frente de una computadora, un celular, una consola de videojuegos o
cualquier aparato tecnológico que los transporta a una realidad virtual. Estas personas ya aprendieron a no hablar con
nadie en una interacción cara a cara, sino a escribirse con otros, a tener
relaciones con personas que involucran la comunicación no verbal, a esto se le
llama el síndrome del autismo tecnológico.
Esta enfermedad tiene
atrapada a las personas del mundo pero se ve más reflejada en la juventud
contemporánea. Los adolescentes han
dejado a un lado las relaciones familiares por un producto tecnológico que les
produce satisfacción al sentirse importantes en un mundo virtual, para ellos es
imposible dejar a un lado el nuevo mundo que crearon en frente de una pantalla,
ya que es un espacio recreativo y fácil para construir relaciones con extraños
sin tener la preocupación de verse cara a cara o encajar en la realidad.
Pero nuestro interrogante es
¿Qué se esconde detrás de esto? Los jóvenes de ahora son hijos y esclavos de la tecnología, ya que han
crecido con todas las herramientas y las facilidades que esta provee al mundo.
Pero la soledad es el factor más importante que afecta a los jóvenes de ahora,
donde sus padres por pasar tanto tiempo fuera de los hogares intercambian ese
tiempo por una niñera tecnológica como son los celulares. Es una soledad
compartida por aquellos que ingresan al mundo de la virtualidad que tiene
atrapada a los individuos de las sociedad.
Otro punto en consideración
que se debe destacar es la facilidad de estos equipos tecnológicos para
entablar relaciones (lo cual puede llegar hacer difícil para algunas personas
en la realidad), conseguir trabajo y dinero o la simple razón de poder alcanzar
un autoestima elevado por subir a las redes sociales una fotografía y hacerla
popular por sus “likes”.
Es triste que este síndrome
haya llegado a los ambientes familiares causando separaciones y perdidas. El
abuso de estas tecnologías traen consecuencias de alto nivel en los jóvenes,
como la violencia, la falta de confidencialidad a la hora de publicar datos
personales que pone en riesgo la vida, la salud física y emocional y la
integridad de los adolescentes. Para concluir aunque la tecnología traiga
muchos beneficios positivos en la educación y la formación de un adolescente se
debe tener por parte de los mayores una buena educación y control sobre las
nuevas tecnologías para que los jóvenes aprendan a utilizarlas correctamente,
al igual se debe advertir sobre los peligros y lo más importante dar un buen
ejemplo a tus hijos recuerda que es la parte más importante de la educación .
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